y fueron felices para siempre...

El domingo por la mañana me quede viendo una película con mi hija, se llamaba Encantada, la cual pese a ser para niños, me llego muy adentro ... me considero adulta, pero aun mantengo mi alma de niña.
Va mas o menos así, una princesa de cuento (si si de dibujitos animados), es engañada por una bruja (su futura suegra) que con engaños la envía (la empuja literalmente) a un mundo donde el dicho “y fueron felices por siempre”…no existe
Dentro de su desesperación y confusión, nota que su visión del amor y la felicidad hasta el fin de los días, no tiene futuro en el mundo real.... Pero tiene que ser siempre así? No lo creo.
Hay algo que me impacto, lo vi plasmado ahi, pero también lo vemos continuamente y creo que a medida que pasa el tiempo hay menos gente que se conforma con seguir un parámetro en las relaciones, hay quienes se esfuerzan y otros que no, también hay a quienes ese esfuerzo termina agotando y finalmente deciden rendirse.
Para que el amor sobreviva a este mundo caótico, se necesita ir alimentando la relación de momentos mágicos, detalles, sonrisas y gestos llenos de ternura, y una sonrisa desde el alma, se queda grabada allí en el alma.
Puedo decir abiertamente que me esfuerzo y no me pesa, tengo mis días buenos y malos como cualquier persona, trato de que los malos no pesen tanto, y siempre tengo a mi amor al lado, en mi mente, en el alma, muchas veces el es el responsable de aligerar la carga y aun así es reciproco ya que muchas veces soy la responsable de que sus días malos pesen menos, y esa actitud es espontánea y de verdad se siente tan bien... saber que eres capaz de arrancarle una sonrisa aun en los momentos más dificiles.
Creo que si podemos ser princesas y príncipes de cuento de hadas, es cuestión de salir, ponerse la armadura (de magia), montarse al caballo (auto, moto o bicicleta) y llevar siempre al príncipe (o princesa) ahí bien dentro, en el alma inundada de amor.